Merseyside derby

Por Jon Fernández

Un derbi de los de antes. Un derbi puro. Hoy hemos vivido un partidazo entre el Everton y el Liverpool. El resultado ha sido justo, un empate. Eso si, a 3. Ha quedado demostrado que ambos querían pasar por encima del eterno rival. Y nadie ha podido.

Ambos equipos han arrancado con mucha intensidad. En el minuto 4, Gerrard ha puesto un centro magnífico en un saque de corner, ha peinado Luis Suárez, y Coutinho, solo tras un error de marcaje del Everton, ha marcado el primero empujando el balón a la red en el área pequeña. Pero no les duró la alegría a los reds, ya que en el 7´, una falta botada desde aproximadamente 40 metros la tocó inicialmente Bradley, Gerrard se despistó en la marca de Mirallas, y el belga anotó con el exterior del pie derecho. El ritmo continuó muy alto, y Luis Suárez aprovechó en una falta en la que Howard colocó mal la barrera para colar el balón por el exterior de ésta y anotar el 1-2.

Entrada durisima de Mirallas a Suárez

Un poco más adelante, Luis hizo saltar todas las alarmas al pisar mal y torcerse la rodilla. Y para colmo de males, Mirallas se pasó y entró con los tacos por detrás a esa misma rodilla en una entrada feísima. Era roja clara, pero Phil Dowd se la perdonó. A raíz de este hecho, bajó el ritmo, que no podía continuar tan alto, y llegamos con 1-2 al descanso en Goodison Park.

Pero el Liverpool se confundió en el planteamiento de la segunda mitad, salió mas a la defensiva, y vimos a un Everton atrevido, más aún con la entrada de Deulofeu, que aportó mucha verticalidad al equipo. Pero cuando los toffees dominaban, Joe Allen se quedó solo delante de Tim Howard, y con este medio batido, mandó el balón fuera. También Lukaku tuvo un uno contra uno que detuvo Mignolet. Pero en el 70´, tras una gran parada de Mignolet a una falta disparada por Lukaku que desvió la barrera, la jugada ha continuado y el propio Lukaku ha acabado logrando el empate tras un disparo desde el punto de penalti.

Romelu Lukaku celebrando un gol

El partido siguió a un altísimo ritmo y Luis Suárez dispuso de una clara ocasión, pero su remate de cabeza lo detuvo Howard. Se arriesgó Rodgers y quitó a Lucas Leiva para que entrara Sturridge. Pero al de poco tiempo, el jugador que Mourinho no quería, Romelu Lukaku, marcó en un corner tras un fallo de marcaje del Liverpool. Quedaban diez minutos, y los reds se fueron con todo a por el empate. Fue un partido duro, y al haber muchas faltas, hubo goles ocasionados por ellas. También el último, donde botó la falta Gerrard y remató Sturridge para poner el 3-3 definitivo en el luminoso.

Pero no hubieron más goles de milagro. En el 92´, Howard detuvo un gran disparo de Suárez y lo mandó a corner. En ese mismo corner, en una segunda jugada, marcó Sturridge pero su gol fue invalidado por fuera de juego. Y en la siguiente jugada, Mignolet tuvo que esmerarse para parar un tiro de Deulofeu. Ahí murió el partido.

Un encuentro muy intenso, típico derbi inglés, con muchas ocasiones, con entradas duras y con muchos goles. Rivalidades históricas que hacen más bonito el fútbol.